2010

No se puede pedir un comienzo de año mejor. Tras hacer una compra considerable (y digo considerable por la cantidad más bien vergonzosa de alcohol y montañas de comida, sin escatimar en absolutamente nada), como no podía ser de otra manera nos dirijimos al piso para recibir otro año más el año nuevo todos juntos. Y hubo brindis, por supuesto. Y música, y que empiece la fiesta (y con música me refiero a todo tipo de horteradas antes de llegar a los Beatles). Ale, unos bailes, unas risas y despues a la calle, a ver como han empezado los demás el 2010. Después viento, viento huracanado que remueve mi pelo y comienza el segundo diluvio universal. Congas, bailes, risas, que si David Guetta, que si Obladí-Obladá, que si dale a tu cuerpo alegría macarena... legendario pa arriba, cacique pa el lado, medias de flores y yo más agusto que nadie.
No se puede pedir un fin de año mejor, aunque no comiésemos churros (que ya los comeremos otro día que nos apetezcan realmente) y María estuviese ausente.
Sueño, sueño, sueño, sueño y resaca. Bienvenido seas 2010
Espero que vosotros tampoco hayais podido tener un comienzo de año mejor!